CENIZA SON MIS LABIOS |
En su oscuro principio, desde
su vacilante estirpe, cifra inicial de Dios, alguien, el hombre, espera. Turbador sueño yergue su noticia opresora ante la furia original de la que el cuerpo es hecho, ante su herencia de combate, dando vida a secretos quemados, a recónditos signos que aún callaban y pugnan ya desde un deseo mísero para emerger hacia canciones, mudo dolor atónito de un labio, el elegido, que en cenizas transforma la interior llama viva de lo humano. Quizá sólo para luchar acecha, permanece dormido o silencioso buscando, besando el terso párpado rosa, el pecho inextinguible de la muchacha amada, quizá sólo aguarda combatir contra esa mansa lágrima que es letra del amor, contra aquella luz aniquiladora que dentro de él ya duele con su nombre: belleza. Allí en el torpe sueño todos los simulacros de la fe consume, difunde apenas con fugaz certeza, unitivo rescoldo de sus vivientes brasas. En tanto el hombre lucha: existe, traduce la armonía furtiva del azar, bebe en los borbotones de su tiempo, se confina en la fiebre donde afloran su linaje, su origen, su imposible destino de buscador de Dios, de elegido que espera, ahora, todavía, encender la ceniza de sus labios. |
CABALLERO BONALD, JOSÉ MANUEL |
lunes, 27 de abril de 2015
lunes, 13 de abril de 2015
Mis poemas preferidos XXXVii. El miedo manda. Tributo a Galeano
El miedo manda
“El miedo amenaza.
Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad.
Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad.
Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre,
Quien no tiene miedo al hambre,
tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar
La democracia tiene miedo de recordar
y el lenguaje miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares,
los militares tienen miedo a la falta de armas,
las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones,
miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes,
al niño sin televisión,
miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud,
miedo a la soledad,
miedo a lo que fue
y a lo que puede ser,
miedo de morir,
miedo de vivir…”
Eduardo Galeano
viernes, 10 de abril de 2015
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