Ayer contamos en el Club de lectura con la presencia de David Jimenez. David, ha sido los últimos dieciséis años corresponsal de "El Mundo" en Asia. Ahora se encuentra en excedencia y a punto de embarcarse en una nueva etapa. Es uno de los doce periodistas internacionales -junto a otros doce estadounidenses- becados por la Fundacion Nieman , para participar en un programa de la Universidad de Harvard. Dicho programa tiene como objetivo mejorar el futuro del periodismo. Desde el año 1947 que se fundó, solo tres españoles han sido elegidos. Casi nada...
Conocí a David Jimenez en unos encuentros organizados por Sanchez Dragó el pasado mes de enero en Camboya. Entonces presentaba su libro, El lugar más feliz del Mundo . Me dijo que cuando viniese a España, en el mes de Julio, vendría a nuestro club de lectura y ha sido fiel a su palabra.
Cuando le pregunté que libro -de los tres que tiene publicados- quería que leyésemos, me dijo que "Hijos del Monzon" ( la reseña esta publicada en este blog). Es evidente que es el libro del que se siente más satisfecho; pero habiendo yo leído también El lugar más feliz del Mundo y habiendo disfrutado tanto de su lectura, preferí que cada uno eligiese libremente cual de los libros leer. De entre los 21 asistentes, hubo algunos que se habían entusiasmado tanto con las historias del periodista que acabaron leyéndose los tres libros que ha escrito. Me alegra saber que hay gente más groupie que yo....
La reunión no pudo ser más agradable y distendida. David abrió el coloquio explicando que le había llevado a escribir su primer libro- Hijos del Monzon- y las dificultades con las que se encontró. Una editorial tuvo dos años su libro en un cajón , posteriomente hasta cinco editoriales lo rechazaron alegando que no era comercial. Finalmente la editorial Kailas apostó por él y ha sido un éxito de ventas ( ha sido traducido ya a varios idiomas y en octubre será publicado en Estados Unidos) ademas de haber sido galardonado en 2007 como el mejor libro de literatura de viajes.
Tras su introducción hubo un aluvión de preguntas por parte de los asistentes. Una persona que ha sido testigo en la última década de las mayores tragedias naturales , conflictos bélicos y revueltas populares del continente asiático genera bastante interés. Además, todos coincidimos en reconocer ( algo avergonzados) que nos ha presentado una realidad de la cual no eramos conscientes. Las historias de "los paises que no importan".
Nos confesó que su mayor miedo tras estos años cubriendo tragedias era acabar volviéndose indiferente ante el padecer humano;si bien, sus propias palabras nos revelan a una persona con una inmensa sensibilidad hacia la especie humana, comprensiva incluso con sus miserias, pues insiste en que somos bruma y que la linea que separa al bueno del malo es en ocasiones muy difusa.
Uno de los puntos que trató y que es omnipresente en su obra es la importancia que Jimenez concede al retorno. El retorno como culminación del viaje, la velada esperanza de volver a los parajes visitados y encontrar que donde halló desolación y desgracia el tiempo se ha terminado mostrando benévolo y que algunas de las historias consiguieron un final feliz.
Nos habló sobre los valores más significativos del pueblo asiático, de ese sentir colectivo que se superpone al interés individual, pero también reconoce sentirse decepcionado con la creciente asimilación de lo peor de occidente en el continente asiático. Su visión se ha ido tornando más negativa con los años. Quizá su mochila ha ido acumulando demasiadas piedras, ver compañeros que se han quedado por el camino, demasiado sufrimiento para una sola vida... es normal que uno se vuelva algo pesimista.
Nos trasladó su preocupación sobre el futuro del periodismo, pero se mostraba ilusionado con el próximo proyecto que le espera al otro lado del charco y que le supondrá estar rodeado de las mejores plumas a nivel mundial . Estamos seguros que Jimenez dará que hablar en los próximos años y se convertirá en un personaje relevante en el periodismo internacional. Tiene una vocación periodística verdadera. Tras su semblante serio y contenido, nos encontramos con una persona lúcida, coherente y comprometida. Su voz lucha por evitar que las injusticias , sean acalladas en una jungla mediática, en la que los contenidos se encuentran sometidos a las fuentes de ingresos publicitarios.
La noche se nos quedó corta para escucharle y hacerle preguntas. El tiempo transcurrió veloz en un ambiente cálido y cercano. Nos prometió volver el año que viene tras su periplo americano.Esperamos ansiosos su retorno. Gracias y Suerte, David.
pd. Mil gracias a Rafa, por acogernos en su maravillosa terraza!!!!
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