Mostrando entradas con la etiqueta "Reseñas literarias". Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta "Reseñas literarias". Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de agosto de 2015

Reseña de "También esto pasará", de Milena Busquets

Milena Busquets logra recoger en el título de su libro, También esto pasará, siglos de filosofía existencial creando una frase perfecta para convocar la paciencia y la calma frente al dolor y la incoherencia de la vida. Y de esa vida es de lo que trata su libro. Un derroche de manifiestos vitales, de intensas y realistas vivencias y de sentimientos revolucionarios que se entrecruzan en el corazón de una protagonista, que empieza este relato tras la muerte de su madre y a lo largo del mismo nos revela cómo vive su duelo.

La vida no es perfecta  y Blanca bien lo sabe. Su vida – en ebullición en cada una de las paginas- tiene todo lo que en el mundo de las apariencias es considerado como perfecto. Una economía desahogada, dos hijos adorables, un ambiente intelectual estimulante y una madre incombustible capaz de enamorar a quien la conozca. Pero el alma de Blanca no se conforma y trata de colocar las piezas de su puzzle existencial para convivir con las emociones que le provoca el mundo que le rodea. Especialmente con los sentimientos que le genera una madre de esas que, con su forma de vivir, marca a fuego a su estirpe.

Blanca se dedica a esta gran guerra, que es vivir, haciendo equilibrios con todas sus emociones sin calcular que la pieza del puzzle, que más cariño y esfuerzo le costó situar, iba a desaparecer para siempre, cambiando las coordenadas del mapa existencial que con tanto esfuerzo había comenzado a dibujar.

“También esto pasará” es un relato  ligero, fresco, rozando lo frívolo, que trata un tema tan profundo, doloroso y desgraciadamente inevitable como es la pérdida de una madre. Blanca representa la inagotable fuerza por entender qué debemos sentir y cómo debemos vivir en este mundo incoherente pero al mismo tiempo tan seductor. La búsqueda de sentido y de respuestas dirigen un camino existencial donde se entrecruza el sexo como bálsamo, la frivolidad como necesidad y el vacío como elemento de acción.


Milena Busquets logra verbalizar los pensamientos más íntimos de una generación que ha seguido al pie de la letra las reglas del juego sin darnos cuenta que los premios ya no nos satisfacen. Una generación a las puertas de reinventarse que empieza a perder el miedo por el qué dirán y a pelear contra lo que la sociedad espera de uno. El dolor y la pérdida son inherentes a la vida. Por mucho que esquivemos al sufrimiento, éste siempre nos alcanza. Pero también esto pasará…

Autor: Nacho U



lunes, 9 de marzo de 2015

Reseña de El Balcón en invierno, de Luis Landero


Landero, hastiado de la ficción, decide abandonar la novela sobre un jubilado que había esbozado y abrir de par en par el balcón a sus recuerdos. Se tortura preguntándose una y otra vez donde está la vida para el escritor, si en el atril con sus cuadernos o ahí fuera en "el bicherío de la calle". 

Con esa diatriba comienza la que dicen que es , hasta la fecha, la novela más personal y desgarrada del autor que consiguió el premio nacional de literatura con su opera prima " Juegos de la edad tardía". Su última novela, El balcón en invierno, ha sido considerada como la mejor obra de ficción de 2014 según El Cultural , una de las diez mejores del año 2014 según Babelia y ha agotado ya la sexta edición. 

Empecé el borrador de esta reseña antes de haber conocido personalmente a Luis Landero en un encuentro literario organizado por Cooltural Plans. Conocer al autor en un ambiente íntimo y relajado, fue maravilloso. Me pareció que poseía la sensibilidad de los sabios y la inseguridad propia de los genios.  Sus reflexiones - literalmente magistrales -sobre la literatura y la vida me dejaron poso. 

La novela está basada en hechos reales: la vida del propio autor. Hijo de labradores extremeños que, dejando la tierra atrás, llegaron a Madrid buscando un futuro urbano para sus vástagos.  El protagonista se mortifica sabiendo que nunca consiguió estar a la altura de las expectativas de su padre. Un padre que, según las palabras del propio autor, era demasiado padre para él o él poco hijo para su padre. 

El autor cuenta sus correrías por el barrio de la Prospe, donde creció, los intentos fallidos de su padre por hacer de él "un hombre de provecho", y hasta su carrera junto a su primo Paco -a quién le gustaba más soñar la vida que vivirlacomo guitarrista profesional. 

Todo ello no fue más que un mero preludio de lo que sería el acontecimiento más importante de su vida: la muerte de su padre. Evento que trastoca sus anhelos y que repentinamente le aboca a materializar su destino. 

Un destino que en realidad ya estaba trazado desde su niñez. Entre los recuerdos de los veranos de la infancia en el campo y las historias de su abuela Frasca, depositaria de una sabiduría ancestral transmitida oralmente de una generación a otra. Una sabiduría hoy  extinta como consecuencia de la desaparición de ese mundo rural que el escritor parece anhelar por momentos. 

La mayor virtud de la narrativa de Landero es hacer poderosas las palabras humildes e interesante la gente vulgar. Como un mago insufla vida a las palabras. iluminándolas con su pluma desde su balcón, ese espacio intermedio entre la escritura y la vida. 






jueves, 15 de enero de 2015

Reseña de " La Playa de los ahogados" de Domingo Villar


Domingo Villar apareció en nuestro club de lectura por azar. Habíamos citado a Luis Solano, fundador de la editorial Libros del Asteroide, y apareció como su acompañante ( son amigos de la infancia). Yo, que soy especialista en meter la pata cuando me pongo nerviosa, al enterarme de que era escritor le pregunté si conseguía ganarse la vida escribiendo. Algo azorado me contestó que sí, que se apañaba. Imaginad mi vergüenza cuando me enteré muchos más tarde que sus libros han sido éxitos de venta y que La playa de los ahogados ha sido llevada al cine.

El día que le conocí, aunque le traté muy poco, Domingo me generó simpatía. Me pareció una persona humilde (en el gremio de los artistas no es la más común de las virtudes), culta y con el típico sentido del humor gallego (que me encanta). Al despedirles, al finalizar la charla, le invité (estrictamente por la impresión personal que me había causado pues no tenia ni idea de su obra)a venir a una reunión como invitado. Hoy, tras haber leído su libro, no puedo más que dar gracias por esos encuentros fortuitos con los que de vez en cuando nos premia el destino. 

Creo que ya he reconocido en alguna reseña anterior que es posible que sin darme cuenta me haya convertido en una snob literaria insoportable. No es impostado. No ha sido un plan urdido a conciencia para convertirme en una seudo-intelectual wannabe. He leído mucho y he perdido mucho el tiempo, cuando era más joven eso de perder el tiempo no me jodía tanto como me jode ahora. Últimamente he asociado la novela (con excepción de los clásicos) justamente a eso, a perder el tiempo. Diría que de sabios es rectificar, pero igual no limpio mi imagen con ese tipo de frases hechas. Con la Playa de los ahogados de Domingo Villar he disfrutado el tiempo invertido.

El detective Leo Caldas y Estevez, su escudero, me han acompañado todas las navidades. Junto a ellos he viajado a Galicia y a las playas de Panxon. He sentido morriñaHe añorado el sabor de los percebes y el albariño. He querido estar en ese bar, donde los sabios se reúnen. Me he reído con la desesperación que siente Estevez ante el típico tópico gallego. Y hasta con Alba (la ex novia del inspector Leo Caldas) constantemente presente en su ausencia, he rememorado alguna ruptura amorosa. Mis navidades han sido mucho mejores gracias a este libro. Tanto, que han pasado unos días  desde que lo acabé y aun sigo echando de menos a sus personajes, como si fueran amigos ausentes.

No escribo esta reseña para devolverle el favor a Domingo por aceptar venir a nuestro club de lectura; no consigo escribir una reseña favorable de un libro que no me guste. Soy así de limitada. Me he decidido a escribirla porque me ha sorprendido gratamente. Porque ha supuesto un soplo de aire fresco en mis lecturas de olor a naftalina. Porque está bien escrita, porque me ha encantado como refleja el imaginario popular gallego y porque los personajes se hacen reales de lo bien perfilados que se encuentran. Por lo que he investigado sobre el autor, todo parecido con la realidad no es mera coincidencia. 

La primera parte es algo más lenta, pero cuando la novela alcanza su ecuador la historia deviene tan intrigante  que ya no hay forma de abandonarla. Villar consigue engañarnos pensando que hemos resuelto el caso una y otra vez, mientras va descartando las posibilidades a las que él mismo nos ha conducido, para terminar sorprendiéndonos con un final inesperado pero bien hilado. Desde luego para los amantes de la novela negra es una lectura obligada (y encima española).

El libro es parte de una saga. Ojos de Agua precede a la Playa de los Ahogados, y la tercera aun está por salir. En unos días celebraremos la reunión con Domingo Villar, ya os contaré...



lunes, 8 de diciembre de 2014

Reseña de "Autobiografía de un Yogui"

Una vez superado el impacto de la imagen de la portada(…) y con la motivación de haber recibido recomendaciones insistentes de varios respetadísimos interlocutores, me lancé a la lectura de “Autobiografía de un Yogui” y aún sigo fascinada.

Hay muchas maneras de viajar y leer es una de ellas; cómoda y barata. Este libro equivale a tres o cuatro meses de vagabundeo por la India. Revela muchas de las claves ocultas que para la mentalidad occidental tiene el país del Indo: su panteón de divinidades abierto y sincrético que al final no son más que ayudas para que todos puedan llegar a la comprensión del Tri-murti(Brahma, Vishnu y Shiva-creación, conservación y destrucción). El enfoque hindú del tiempo cíclico, el kaliyuga, la reencarnación y las castas, los Gurús y Swamis, las vías de conocimiento a través del Kriya Yoga y del silencio… Todos estos temas se tratan trenzados al rededor de la vida(realmente intensa) del maestro Yogananda Paramahansa (1893-1952) que es ella sola una novela de aventuras.

Os encontrareis en el relato con levitaciones, viajes espacio-temporales, seres inmortales, desencarnaciones…conceptos muy turbadores para tomárselos al pié de la letra, pero como dijo mi querido Francisco López-Seivane al margen de que ocurrieran o no son tremendamente inspiradores.

El autor hace un esfuerzo de pedagogía (el libro es una continuación de la misión vital de YoganandaParamahansa de llevar y extender el Kriya Yoga por Occidente) para explicar conceptos como el Samadhi (experiencia de la consciencia cósmica) relacionándolos con sus trasuntos en la cultura occidental.

Como una de las muchísimas curiosidades que rodean al libro y por enlazar con otra biografía reseñada en el Blog,“ Autobiografía de un Yogui” fue el regalo póstumo que Steve Jobs quiso que tuvieran todos los invitados al servicio conmemorativo tras su fallecimiento, que se celebró  en la Universidad de Standford.

¿Te han entrado ganas de leerlo? Espero que si.

Autor : Carmen Ccs



martes, 11 de noviembre de 2014

Reseña de "Canciones de amor a quemarropa", de Nickolas Butler

Escribo estas líneas oyendo The Weight, de The Band, uno de los temas que según Nickolas Butler, autor de Canciones de amor a quemarropa, incluiría en la playlist de la novela. Justo acaba y empieza a sonar Girl from the north country, de Bob Dylan... Por la ventana abierta de mi casa entra el bullicio del tráfico de la madrileña calle de Alcalá, pero hace rato que no lo oigo: estoy en el Medio Oeste americano, en un pequeño y apacible pueblo de Wisconsin llamado Little Wing. Allí crecieron Henry, Lee, Kip y Ronny, cuatro amigos a los que la vida -el trabajo, la ambición, el dinero... un clásico- fue separando. Y allí, precisamente, se reencuentran con motivo de la boda de uno de ellos. Henry es el vecino perfecto, casado con Beth, su amor del instituto; Lee se ha convertido en una estrella mundial de la música ; Kip es un calculador broker de la gran ciudad, y Ronny es un vaquero de rodeo al que una lesión dejó fuera de combate.

Narrada en primera persona, con las voces alternas de cada uno de ellos y música country de fondo, esta novela coral es una historia de amistad, con todo lo que la amistad conlleva cuando los años pasan y se hurga en sus rendijas: lealtad, admiración, rivalidad, secretos, perdón... Pero también es una historia de soledad y de la necesidad de pertenencia a una comunidad, de la búsqueda de tus raíces, y de cómo -por muy lejos que la vida te lleve- sientes el empuje de buscar tu camino a casa. Y es, además, casi una oda a la naturaleza: desmedida, implacable, maravillosa aliada y enemiga inclemente; a lo largo y ancho de la novela, los campos de siembra, la nieve infinita, los bosques... dan cuerpo a un personaje con identidad propia.

Pasando las páginas, el lector quiza espera (...y espera) que pase algo. Pero ésa no es la intención de Butler. El autor hace una foto de la realidad y no la pasa por ningún filtro artificial para aumentarle el brillo. Emplea un tono sencillo, honesto, sin pretensiones, para desenredar una trama urdida con estas mismas características. El fondo se diluye en la forma. No hay giros narrativos extraordinarios, ni sorpresas de última hora. Pero, ¿acaso las hay en un pueblo perdido de la América profunda, donde la vida se ve pasar lenta, silenciosa y sin imprevistos desde la barra medio vacía del bar de veteranos? Hay quien puede caer en tachar a los personajes -a sus pensamientos y a sus sueños- de previsibles. Para mí eso es lo auténtico, lo más evocador de la novela, su lenguaje narrativo te marca esa cadencia impasible de la vida en esa zona rural de Estados Unidos.

Canciones de amor a quemarropa te habla de tú a tú de las pequeñas cosas de la vida, que son al final las grandes. Al otro lado del charco, la novela, editada en España por Libros del Asteroide, es el fenómeno indie del año y ha tenido tanto éxito que ya se habla de la posibilidad de llevarla al cine. Yo, por si acaso, voy comprando las palomitas.


Autor: Patricia V






lunes, 1 de septiembre de 2014

Reseña: "Solaris" de Stanislaw Lem

A mí me gusta mucho la ciencia ficción. Me gustaba antes de que ser un friki fuera socialmente aceptable. Siempre me ha impresionado cómo personas muy, muy inteligentes aplican sus conocimientos en matemáticas, física, filosofía o biología para hacer hipótesis de cómo sería el mundo dentro de muchos años, o en un escenario diferente.

De la misma manera, entiendo que haya gente a la que le espante este género, porque muchas veces el autor se detiene tanto en la descripción de detalles (los sistemas de ventilación de una plataforma de exploración o cómo conseguir gravedad en algunos compartimentos de una nave interestelar) que la historia se pierde un poco o se vuelve una excusa para contarnos cómo ven ellos el futuro. Para mí es la parte donde reside su genialidad y para otros es la parte donde desconectan y se duermen. Por eso es difícil recomendar un libro de ciencia ficción sin conocer a la otra persona.  

Solaris (Stanisław Lem, 1961) no es una excepción. Ya me dejé el pellejo intentando que alguien se leyera “Una odisea espacial”, de Arthur C. Clarke, con bastante poco éxito. Sin embargo, volviendo a Solaris, si alguien se enfrenta al libro olvidándose de que la acción transcurre en otro planeta, se encuentra con una novela llena de reflexiones filosóficas acerca del ser humano y su relación con el entorno. De hecho, bajo mi punto de vista, uno de los temas más interesantes que plantea Lem es el contacto con otras especies: nuestro antropocentrismo como obstáculo a la hora de estudiar otras inteligencias y modos de vida.  

La novela describe todos los intentos científicos por estudiar un planeta, Solaris, recubierto de un océano con un comportamiento peculiar. ¿Se puede decir que es un ser vivo? Y más aún, ¿se puede hablar de inteligencia? Las teorías siempre oscilan entre quienes piensan que es una gran masa informe y quienes consideran que el planeta tiene una inteligencia muy superior a la nuestra. A su vez, a través de un equipo de científicos que están investigando el océano en el propio planeta, nos damos cuenta de que Solaris también está estudiando al ser humano. Simplemente, ambas inteligencias no llegan a cruzarse en ningún punto aparente.

En fin, si alguien ha llegado hasta aquí y todavía le parece interesante, solo puedo decir una cosa: ¡léetela! Pero luego no digas que no te avisé.


Autor:María Not


miércoles, 27 de agosto de 2014

Reseña : "STONER", de John Williams

No habría un ápice de exageración en mis palabras si dijera que STONER es la mejor novela que he leído en mucho tiempo. Sin embargo, y a pesar de la emoción que me ha generado su lectura, no soy capaz de expresar bien porque me ha gustado tanto.

Fue Pablo D´ors cuando visitó nuestro club quién nos recomendó esta novela. Nunca había oído hablar de ella ni de su autor. Busqué en Internet alguna reseña  sobre la obra  pero la sinopsis no era muy alentadora: “Se trata simplemente de un tipo que va a la universidad y se convierte en un maestro”. Unos meses después y venciendo mi pereza inicial me dispuse a leerla porque a pesar de todo intuía que era un lectura ineludible (confieso que también influyó leer un artículo de Julian Barnes calificándola como la “novela que deberías leer en 2013” -must read in 2013-).

El protagonista, William Stoner, hijo de humildes granjeros, es enviado en 1910 a la Universidad de Missouri para obtener la licenciatura de agricultura. Su padre alberga la esperanza de que la educación del único hijo pueda ayudarle a sacar más ventajas de las míseras y áridas tierras que poseen.  Al tomar un seminario de literatura, impartido de forma obligatoria, el joven se da de bruces con su destino. La inquisidora pregunta de su profesor, acerca del significado de un soneto de Shakespeare, lo hace despertar del letargo que habían supuesto sus veinte años de existencia. Es precisamente ese profesor quien lo hace descubrir su vocación académica.

La historia del profesor Stoner puede parecer una antología del fracaso, aunque a mi juicio es todo lo contrario. Bajo un manto gris y anodino se esconde un personaje estoico, un ejemplo de rectitud moral y abnegación. Puede parecer una historia triste, y lo es en cierto modo, tanto como (aparentemente) puede ser  la vida de cualquier persona que no recibe el reconocimiento ni el amor que por su capacidad y virtud merece. Sin embargo solo haya el  fracaso aquel que alberga expectativas, quizá ahí radica el problema y  la solución. 

Es ciertamente una historia de amor, aunque no al uso. El protagonista ama por encima de todo su profesión y la literatura, también intenta amar a su mujer pero el pobre pasa las de Caín. A lo largo de su vida,experimenta también el amor pasional, el “amor fou", pero esta no es una historia con final de cuento.   A pesar de todo ,es una historia que consuela. Pues toda vida,  por  mediocre o malograda que pueda parecer desde fuera, puede estar llena de momentos vibrantes, gestos heroicos, en definitiva puede estar llena de una sutil e imperceptible grandeza. La vida de Stoner es un ejemplo de ello.

Cito una de las frases del libro que me gusto especialmente, por como define la trayectoria emocional del protagonista:

En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra.

No creo que pueda conseguir que nadie lea el libro por mi reseña, a pesar de que he regalado el libro ya a varios amigos, requiere un acto de fe decidirse a leerla. El que a pesar de todo lo lea y le guste tanto como a mí por favor que lo comparta. Cruel casualidad que esta novela ( con numerosos rasgos autobiográficos ) , escrita en 1965, no conociese el éxito durante la vida del escritor sino muchos años después y gracias al boca a boca en este lado del océano. Ya se sabe que el éxito es un compañero caprichoso e impredecible y que yerra a menudo en su juicio.

Violet







lunes, 11 de agosto de 2014

Reseña: "Al filo de la navaja" de Somerset Maugham

William Somerset Maughan, se presenta como un personaje de novela en sí mismo. Nacido en 1874 en la embajada de Reino Unido en Paris, hijo de un diplomático británico, quedó huérfano a los diez años de padre y madre.  Quedó a cargo de un tío paterno, vicario en una localidad de Kent. Estudió medicina pero nunca llegó a ejercer la profesión. Tras obtener un notable éxito con su novela “Liza of Lambeth” ,poco después de graduarse , pudo dedicarse por entero a escribir y a viajar. Junto con otros célebres escritores como Hemingway y Dos Passos, ejerció durante la primera guerra mundial como conductor de ambulancias para la Cruz Roja en Francia.  Actuó como espía para los servicios de inteligencia británicos; se casó, divorció y su condición de bisexual no era un secreto. Viajó por todo el mundo, dejando preciadas crónicas de dichos viajes. Fue el escritor más exitoso y rico de los años 30.

 En esta novela,  el propio Maughan es uno de los personajes principales. Tal artilugio literario concede un toque inusual a la narración. El autor afirma en las primeras páginas del libro que a pesar de haberse tomado algunas licencias literarias, propias del oficio, se limitó a dejar por escrito una historia  de la  que tuvo conocimiento por su relación directa con los protagonistas. Queda a juicio del lector considerar si los hechos pudieron ocurrir en la realidad o si se trata de un hábil truco del escritor para dotar de mayor realismo a la trama.

El protagonista Laurence Darrell, Larry, es un joven americano que tras combatir en la primera guerra mundial regresa transformado; haber contemplado la maldad de la que es capaz el hombre y el caprichoso infortunio con el que sobreviene la muerte, le impiden al retornar a Chicago reincorporarse a una vida acomodada y convencional. Inicia así una búsqueda que ansía encontrar respuestas a las eternas preguntas que se ha hecho el hombre sobre su propia trascendencia.  Su odisea personal le llevará a regresar a Europa y  continuar su viaje  hasta la India.

El resto de los personajes se nos muestran mucho más terrenales: la bella Isabel, novia de la infancia de Larry, quien a pesar del amor que le profesa es incapaz de abandonar la seguridad de una posición acaudalada por un futuro incierto; o Elliot ( a mi juicio el mejor personaje de la novela), tío de Isabel y amigo personal de Maughan, americano residente en Paris, un esnob empedernido, que encuentra en la alta sociedad europea el romanticismo ausente en una sociedad  como la norteamericana en la que el status lo determina únicamente el dinero.

Mientras Larry huye de la opulencia de los dorados años 20 y deambula por vericuetos parajes, sobreviene el crack del 29. Leo con cierta familiaridad la descripción de dichos años en Estados Unidos, años en los que recursos parecían inagotables en un país  que cualquiera podía hacerse rico sin esfuerzo.

Los viajes que el escritor había realizado a la India y el contacto con la filosofía oriental , y en particular con el maestro espiritual Sri Ramana Maharshi, causaron un gran impacto en su vida y en su obra; sin embargo y a pesar de que claramente el autor se vale del protagonista para compartir lo que aprendió de la filosofía vedanta; lo que más me ha impresionado es el paralelismo entre la época en la que ocurren los hechos en la novela y el momento actual.  Resulta curioso contemplar como la sempiterna búsqueda de respuestas existenciales se intensifica tras periodos de gran bonanza económica ( y sus sucesivos declives) en las que el insaciable materialismo deja un poso de insatisfacción tan hondo en los hombres que los impulsa a refugiarse en su espiritualidad para descifrar el galimatías de la existencia. Algunos  lo encuentran en la religión, otros tratan de rescatar las esencias de la condición humana y enfatizan la necesidad de  reestructurar la jerarquía de valores.  Es posible que la humanidad viva en un eterno bucle del que no consiga salir hasta que se alcance un nivel de conciencia superior universal.

Divagaciones existenciales aparte, la novela deja un buen sabor de boca. Recomiendo su lectura sobre todo para iniciarse en la obra de uno de los escritores que consiguió gozar del favor del público y  de la crítica (algo poco frecuente en nuestros días) gracias a la elegancia de su estilo, la agudeza de sus diálogos y la riqueza descriptiva de su narrativa.

Violet





lunes, 14 de julio de 2014

Reseña de "Retratos y encuentros" de Gay Talese

GAY TALESE, periodista, hijo de inmigrantes italianos,  encarna como pocos el sueño americano.

Tom Wolfe le  atribuyó ser el padre del “nuevo periodismo”, corriente nacida en los sesenta consistente en introducir recursos propios de la literatura en los reportajes y el mundo de la no ficción. Talese sin embargo siempre ha tratado de rehusar tal distinción pues considera que muchos periodistas que  se apuntaron a ese carro  se apartaron de la realidad y dejaron de ser rigurosos con los hechos.

Como hijo de sastre  aprendió  a escuchar con interés y  cuidado, reproduciendo la atención que su madre prestaba  a sus clientas, cultivó fervientemente la paciencia y comprendió la importancia de no interrumpir nunca, sobre todo en los momentos de vacilación, por lo reveladores que pueden ser los titubeos , por lo diciente que puede resultar los silencios del personaje.

En este libro se compilan algunos de los reportajes más memorables del último medio siglo periodístico,  figuras tan emblemáticas como Joe Dimaggio, Muhammad Ali , Peter O´toole, o Fidel Castro recorren sus paginas . Pero es sin duda su artículo sobre Frank Sinatra ( titulado “Sinatra tiene un resfriado”)  el más célebre de todos, considerada como la mejor historia jamás publicada en la revista “Esquire” y uno de los mejores perfiles realizados sobre un personaje famoso. Y eso que para algunos de sus reportajes ni siquiera pudo hablar con los protagonistas, sin embargo conseguía extraer del entorno del personaje la suficiente información como para realizar un exhaustivo y fidedigno retrato del mismo.  

Todos sus perfiles nos muestran el lado inexplorado del personaje, nos revela sus secretos, nos acerca a ellos haciéndonos olvidar la estrella para centrarnos en el hombre,  “ Sinatra con gripe es Picasso sin pintura, Ferrari sin combustible…., solo que peor. Porque el catarro común le roba a Sinatra esa joya que no se puede asegurar, la voz, socavando hasta el corazón de su confianza.”

 A pesar de realizar numerosos reportajes sobre celebridades, que revistas como Esquire o el New York times le pedían para aprovechar su talento, el autor siempre ha preferido buscar la historia que subyace en la cotidianidad,  apostando por la atemporalidad de los personajes desconocidos, defendiendo que si el lenguaje para describir sus vidas es el apropiado sus historias pueden ser tan genuinas como la de cualquier ilustre figura.

Guiado por una curiosidad infinita, que considera el elixir de la eterna juventud del periodista, y manteniendo intacta la capacidad de maravillarse ante lo que otros consideran común y corriente, ha conseguido transformar y formar a una generación de periodistas y escritores.  Entre su extensa obra, destaca su  Honraras a tu padre,  libro de no ficción que desveló los secretos de la mafia y que inspiro la serie de Los Soprano.


Gay Talese nos ofrece un periodismo alejado del sensacionalismo chabacano actual, su elegancia y el respeto por el personaje no atenúa en un ápice su independencia ni la rigurosidad con la que trata los hechos. Rara avis en la jungla mediática actual.

Violet


viernes, 20 de junio de 2014

Reseña de " El Jilguero" de Donna Tart

Este no es el tipo de novela que suelo  leer. Quizá es la edad pero me estoy volviendo cada vez más maniática con mis lecturas, lo que me mueve a leer ha ido cambiando con el tiempo. No leo ya con afán de entretenimiento ni de evasión. No me gustan los best sellers y me cansan las novelas de suspense, huyo de las novelas que como gancho utilizan el “no podrás dejar de leerla”. Pero una buena amiga  me recomendó leer esta novela, ganadora del pulitzer este año, y algo en su entusiasmo hablando sobre ella despertó mi interés.

Leí las críticas sobre el libro, en la mayoría de ellas adjetivaban la obra como dickensiana , algunas incluso auguran que se convertirá en el primer clásico del Siglo XXI; fue tal afirmación lo que posiblemente hizo que me decidiera a leerla, me perseguía la irónica idea de que  mi actual esnobismo literario pudiese estar nublando mi capacidad de descubrir o discernir los libros que acabaran convirtiéndose en clásicos el día de mañana.

La trama gira en torno a un adolescente neoyorkino que durante una visita al Metropolitan se ve sorprendido por un ataque terrorista,  perdiendo a su madre en el acto y huyendo él indemne con una obra del pintor Carel Fabritius, pintor holandés del Siglo XVII, discípulo de Rembrandt y maestro de Vermeer.

Distintos escenarios, como Nueva York, Las Vegas o  Amsterdam acogen al protagonista , Theodore Decker, quien, debido a su temprana orfandad y al shock traumatico que sufre, no consigue adaptarse a vivir la vida como el resto de los mortales, iniciando una espiral de autodestrucción a través de drogas y alcohol. Siendo el cuadro y una chica pelirroja que vio pocos momentos antes de la explosión  los únicos elementos que aportan algo de luz a su nihilista existencia.

La historia está bien escrita y la autora consigue mantener en vilo al lector con los desvelos del protagonista y el destino del enigmático cuadro.  Algunos de los personajes como  el de Boris ( mejor amigo del protagonista, lector empedernido de Dovstoieski, alcoholico, drogadicto y delincuente y sin embargo un tipo encantador) resultan bastante atractivos desde el punto de vista literario.

No me arrepiento de haberla leído pues es una buena novela pero me ha dejado la sensación (de la cual huyo) de no haberme aportado más que un  mero entretenimiento temporal.   Pienso que la novela está sobrevalorada por la crítica, la cual utiliza el término dickensiano algo a la ligera ( más allá de la condición de huérfano del protagonista, como Oliver Twist, no veo ningún otro parecido literario con el famoso escritor victoriano) y no la veo convirtiéndose en un clásico de la literatura  . Pero al “ Cesar lo que es del Cesar” y no niego que atrapar al lector desde las primeras páginas no constituya un arte en si mismo, los que anhelen verse sumergidos en una historia trepidante y avocados a una lectura compulsiva no se verán defraudados por esta novela, que hará para algunos más cortas las largas tardes de verano.

Violet





martes, 6 de mayo de 2014

"El amor en los tiempos del colera" de Gabriel Garcia Marquez

“Los síntomas del amor son los mismos del cólera”... el que crea que es una cita desmesurada e hiperbólica no se ha metido en la piel de Florentino Ariza , protagonista de esta  historia de amor que tiene lugar en algún pueblo del caribe colombiano de finales del SXIX.

Reconozco, y estoy segura no  haber sido la única, que tras el reciente fallecimiento de Gabo he sentido un fuerte deseo de retomar su obra.


Al revisar las lecturas que tenía pendiente, caí en la cuenta que no había leído esta novela que el propio escritor consideró como su mayor logro literario y la que siempre consideró llegaría a ser más exitosa. Quizá, él mismo no pudiera ser objetivo ya que está inspirada en los amores de juventud de sus padres, a quienes incluso llegó a entrevistar, fiel a su condición de periodista, plasmando (según cuenta ) la versión literal de los hechos tal como sucedieron en los inicios de su romance.

La capacidad descriptiva del autor es tan asombrosamente evocadora que casi se pueden distinguir los olores y colores propios del Caribe, el azul transparente de sus aguas, el cantar de sus gentes y el estruendo de sus tormentas tropicales. El idílico escenario no impide  que el cólera y las sucesivas guerras civiles asolaran con crudeza a Colombia durante el Siglo XIX y principios del XX.  Por la forma en que se mezclan la ficción y la realidad histórica en el relato parece encontrarse más cerca de lo “real maravilloso”, término acuñado por Alejandro Carpentier, que del propio “realismo mágico” que ha popularizado el propio Gabo.

Las primeras cien páginas del libro son sublimes, en ellas somos testigos del nacimiento de ese amor febril entre Florentino y Fermina, de la correspondencia entre ellos, de sus encuentros furtivos , de las poesías y serenatas de violín con el que la ofrenda y finalmente, de la oposición del padre de ella al casamiento  por estar destinada exclusivamente a alguien de apellido y rancio abolengo.

Con ningún tema se consigue enganchar más al lector que con amores imposibles e infructuosos. Todos los hemos padecido. Todos nos conmiseramos con los que lo sufren. Nada hay más consumidor para el espíritu y la carne  que un amor contrariado.

Sin embargo, el protagonista va mas allá  y dedica toda su vida a prepararse para convertirse en un hombre lo suficientemente digno para su amada. Su determinación es encomiable, pero una vida puede hacerse muy larga si el único destino apetecido está ligado a la voluntad de otro ser distinto a uno mismo. La línea que separa el amor de la obsesión es a menudo inadvertida por el amante.

Me confieso más cercana al amor que siente Juvenal Urbino por su esposa y con el que ella le corresponde, ese amor que se va “inventando” con los años. El que muere todas las noches  tras hacer el amor y hace falta volver a construir por la mañana. Ese amor de amigos, de cómplices, de compañeros vitales que quizá mientras se vive uno se pregunta si es o no amor, pero que te proporciona una estabilidad y una seguridad tan necesaria para enfrentar los embistes de la vida. Pero quizá yo no sea exactamente una romántica sino una militante de la amistad en todas sus vertientes amorosas.

La novela está llena de frases y reflexiones memorables sobre el amor, el matrimonio, el sexo o la vejez .....  y en ella se reflejan las distintas formas posibles de amar a través de los distintos personajes. El amor del protagonista es el más épico porque no hay nada más heroico que perseverar y ganarle la partida a un destino que no nos es favorable por  haber nacido en  baja cuna. Conseguir en esas circunstancias un final feliz, bien merece a nuestro protagonista haber sufrido cien años de soledad o más….

Autor: Violeta

Pd. Acompaño a esta reseña un vídeo del celebre escritor, hablando de esta novela. 


viernes, 2 de mayo de 2014

" La Tregua" de Mario Benedetti

Para empezar esta nota sobre la obra de Mario Benedetti, me gustaría compartir uno de sus poemas, porque quizá la mejor manera de presentar “La Tregua” es situándose primero en la batalla:
---
ESA BATALLA

¿Cómo compaginar la aniquiladora 
idea de la muerte 
con ese incontenible 
afán de vida? 

¿Cómo acoplar el horror 
ante la nada que vendrá 
con la invasora alegría 
del amor provisional 
y verdadero? 

¿Cómo desactivar la lápida con el sembradío? 

¿La guadaña 
con el clavel? 

¿Será que el hombre es eso? 
¿Esa batalla?


---
Escrita en 1959, Benedetti nos acerca en “La Tregua" a la vida cotidiana y anodina de la clase media urbana del Montevideo de mediados del siglo pasado. A través de las reflexiones de su protagonista, escritas en forma de diario personal, recorremos los últimos meses de la vida de este empleado viudo antes de su jubilación. Periodo de tiempo en el que vemos renacer el amor y la esperanza de una felicidad que el paso del tiempo, el desgaste y la soledad habían alejado, si no destruido completamente.

Aunque la obra adopta la forma de tragedia, su autor consigue que al leer esta novela, la impresión, mi impresión, no se limite a la derrota inevitable, sino que se centre en la belleza que se puede alcanzar, quizá sólo rozar brevemente, cuando, más allá de los convencionalismos de cada época (los que se presentan aquí quedan hoy en día superados ampliamente), decidimos avanzar hacia aquello que nos hace felices.

El estilo literario de Mario Benedetti, el mismo que predomina en la mayoría de sus poemas, es sencillo y cercano, y se acomoda de manera natural a la forma de diario de notas que el autor decidió para esta obra. Tan bien se ajusta este estilo, que es difícil, ya al poco de iniciar la lectura, no pensar en el protagonista como en autor real y en su historia como en algo ciertamente sucedido.


Autor : AC


miércoles, 9 de abril de 2014

Reseña de " Lamentaciones de un Prepucio" de Shalom Auslander


Imagina haber crecido creyendo en un Dios vengativo, rencoroso, vigilante. Alguien con muy mala baba que se dedica a esperar a que cometas el más mínimo fallo para descargar toda su ira cósmica sobre ti (por supuesto, en el momento en el que más feliz seas, para que el castigo sea del todo perfecto). Ahora imagina qué tipo de libro escribirías. Y ahora lee “Lamentaciones de un prepucio” y aprende cómo se superan los traumas.

Un libro descacharrante sobre las aventuras y desventuras de la infancia y adolescencia de Shalom Auslander, un neoyorkino criado en la ortodoxia judía, y de su relación con la religión y con Dios. “Lamentaciones de un prepucio” es el testimonio de un hombre profundamente religioso (a su pesar) que encierra, en clave de humor, una reflexión sobre la religión, la ortodoxia y la propia identidad. En un ejercicio (en parte) liberador (aunque siempre aguardando el castigo divino), Auslander cuenta al gran público sus terrores más íntimos, intenta racionalizarlos y se da cuenta, con horror, de que no puede.

Antes de leer el libro, no tenía prácticamente ningún conocimiento de la cultura y la religión judía (más allá de cuatro rasgos básicos y muchos de ellos confiando en que el cine y las series sean rigurosos). No me gusta generalizar sin saber pero, leyendo este libro y viendo su buena acogida (me gustaría saber qué pasaría en España si alguien publicara un libro similar sobre su experiencia en una familia ultra católica, por ejemplo), me hace pensar que el espíritu autocrítico judío y su capacidad de reírse sí mismos está muy por encima de otras culturas.  

“Lamentaciones de un prepucio” está lleno de humor negro, de ironía, de “eso sería tan típico de Dios” y de reflexiones mucho más profundas de lo que pueda parecer en un primer momento. Como creyente (católica, apostólica y romana), no me ha parecido en ningún caso una ofensa para quienes practicamos una religión, sino más bien una invitación a pensar sobre los problemas que traen consigo las posturas radicales y, sobre todo, una invitación a tomarnos menos en serio. 

Autor: MaryNot


domingo, 23 de febrero de 2014

" Los hijos del Monzon" de David Jimenez

Quizá este no sea un libro para aquellos que prefieren vivir de espaldas a la realidad; tampoco para aquellos a los que a pesar de tener todas las herramientas para vivir más que dignamente encuentran siempre razones y motivos para maldecir su suerte. O quizá este libro esté justamente concebido para ellos.

Los hijos del Monzon es la opera prima de David Jimenez, corresponsal del periódico El Mundo en Asia . He publicado recientemente una reseña sobre su último libro de viajes " el lugar mas feliz del mundo”; me resultó tan enriquecedora su lectura que no dudé en hacerme con este  libro, que es ya un éxito internacional y que ha sido justamente alabado y premiado por la critica. No encuentro muchas diferencias en el estilo de ambas obras. El periodista sigue dando a conocer, sin sensiblerías baratas,  los dramas y las miserias que viven las gentes de aquellos países que no importan.

Conocemos a través de sus crónicas la historia de diez niños distintos. Historias conmovedoras a pesar de su crudeza. La historia de Vothy, una niña camboyana enferma de VIH, que inunda con su alegría el centro donde los contagiados esperan la llegada de la muerte. O la de Reneboy en la "tierra prometida”, eufemismo con el que se conoce al barrio vertedero donde  miles de personas en Manila viven "entre y de" la basura. Los niños de las alcantarillas de Ulan Bator en Mongolia. Yeshe, el niño monje tibetano que anhela reunirse con el Dalai Lama esperando escapar de un Tibet que está siendo destruido por China, sometiendo a los monjes budistas a torturas, encarcelamientos y al peor de los castigos poner en peligro su compasión hacia los chinos.

Escondida entre las historias se encuentra  la entrevista que el propio periodista hizo al Dalai Lama en Dharamsala. Su impresión sobre el líder espiritual queda resumida magistralmente  en este párrafo: " La vida le ha enseñado que los enemigos son siempre demasiados como para poder vencerlos a todos y que es mejor vencer al odio que nos hace crear a esos enemigos, pues solo así se puede asegurar la victoria".

Las historias recorren un continente acostumbrado a la tragedia como parte inevitable de la existencia, donde sus gentes sacrifican la individualidad por un supuesto bienestar colectivo.  Esta capacidad de sacrificio, genuina de los asiáticos, ha sido una y otra vez aprovechada por tiranos egomaniacos y sádicos que se han enriquecido y perpetuado en el poder a costa de aniquilar literal y figurativamente a sus pueblos. 

Hay un antes y un después de conocer estas historias. Esta realidad, repleta de amarga injusticia, no parece importar en occidente. Aquí, donde subestimamos los valores democráticos conquistados por nuestros predecesores y con los que hemos tenido la suerte de nacer. Hago un ejercicio mental e imagino que distinta seria mi suerte al haber nacido mujer en el Afganistán de los talibanes.

Encuentro fascinante la idea del retorno , elemento omnipresente en la obra de David Jimenez. El periodista vuelve a todos esos países y busca años después a todos esos niños a los que ha dado voz, quizá con el ánimo de luchar contra el cinismo que se incrusta en uno al lidiar día a día con el horror, con el desastre natural y la guerra. Anhela, con una conmovedora inocencia, encontrar a su vuelta que las heroínas de sus relatos tuvieron un final feliz.

A pesar de todo el horror el autor nos infunde algo de optimismo ya que allá donde ha visto al hombre capaz de lo peor lo ha visto también capaz de lo mejor.  No somos tan distintos los unos de los otros. El mayor de los peligros al que todos nos enfrentamos sigue siendo para todos igual : el peligro de perder la compasión.










Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...