William Somerset
Maughan, se presenta como un personaje de novela en sí mismo. Nacido en 1874 en
la embajada de Reino Unido en Paris, hijo de un diplomático británico, quedó
huérfano a los diez años de padre y madre. Quedó a cargo de un tío paterno, vicario en
una localidad de Kent. Estudió medicina pero nunca llegó a ejercer la profesión. Tras obtener un
notable éxito con su novela “Liza of Lambeth” ,poco después de graduarse , pudo dedicarse por entero a escribir y a viajar. Junto con otros célebres escritores como Hemingway y Dos Passos, ejerció durante la primera guerra mundial como
conductor de ambulancias para la Cruz Roja en Francia. Actuó como espía para los
servicios de inteligencia británicos; se casó, divorció y su condición de
bisexual no era un secreto. Viajó por todo el mundo, dejando preciadas crónicas de dichos viajes. Fue el escritor más exitoso y rico de los años 30.
En esta novela, el propio Maughan es uno de los personajes principales.
Tal artilugio literario concede un toque inusual a la narración. El autor afirma
en las primeras páginas del libro que a pesar de haberse tomado algunas
licencias literarias, propias del oficio, se limitó a dejar por escrito una
historia de la que tuvo conocimiento por su relación directa
con los protagonistas. Queda a juicio del lector considerar si los hechos
pudieron ocurrir en la realidad o si se trata de un hábil truco del escritor para
dotar de mayor realismo a la trama.
El
protagonista Laurence Darrell, Larry, es un joven americano que tras combatir
en la primera guerra mundial regresa transformado; haber contemplado la maldad
de la que es capaz el hombre y el caprichoso infortunio con el que sobreviene
la muerte, le impiden al retornar a Chicago reincorporarse a una vida acomodada
y convencional. Inicia así una búsqueda que ansía encontrar respuestas a las
eternas preguntas que se ha hecho el hombre sobre su propia trascendencia. Su odisea personal le llevará a regresar a Europa y continuar
su viaje hasta la India.
El resto de
los personajes se nos muestran mucho más terrenales: la bella Isabel, novia de
la infancia de Larry, quien a pesar del amor que le profesa es incapaz de
abandonar la seguridad de una posición acaudalada por un futuro incierto; o
Elliot ( a mi juicio el mejor personaje de la novela), tío de Isabel y amigo
personal de Maughan, americano residente en Paris, un esnob empedernido, que encuentra
en la alta sociedad europea el romanticismo ausente en una sociedad como la norteamericana en la que el status lo
determina únicamente el dinero.
Mientras Larry
huye de la opulencia de los dorados años 20 y deambula por vericuetos parajes, sobreviene el crack del 29. Leo
con cierta familiaridad la descripción de dichos años en Estados Unidos, años
en los que recursos parecían inagotables en un país que cualquiera podía hacerse rico sin
esfuerzo.
Los viajes
que el escritor había realizado a la India y el contacto con la filosofía oriental , y en particular con el maestro espiritual Sri Ramana Maharshi, causaron un gran impacto en su vida y en su obra; sin
embargo y a pesar de que claramente el autor se vale del protagonista para
compartir lo que aprendió de la filosofía vedanta; lo que más me ha
impresionado es el paralelismo entre la época en la que ocurren los hechos en
la novela y el momento actual. Resulta
curioso contemplar como la sempiterna búsqueda de respuestas existenciales
se intensifica tras periodos de gran bonanza económica ( y sus sucesivos
declives) en las que el insaciable materialismo deja un poso de insatisfacción
tan hondo en los hombres que los impulsa a refugiarse en su espiritualidad para
descifrar el galimatías de la existencia. Algunos lo encuentran en la religión, otros tratan de
rescatar las esencias de la condición humana y enfatizan la necesidad de reestructurar la jerarquía de valores. Es posible que la humanidad viva en un eterno
bucle del que no consiga salir hasta que se alcance un nivel de conciencia
superior universal.
Divagaciones
existenciales aparte, la novela deja un buen sabor de boca. Recomiendo su lectura sobre todo para iniciarse en la obra de uno de los escritores que consiguió gozar del favor del público y de la crítica (algo poco frecuente en nuestros días) gracias a la elegancia de su estilo, la agudeza de sus diálogos y la riqueza descriptiva de su narrativa.
Violet
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