domingo, 25 de enero de 2015

Reunión con Domingo Villar


La reunión con Domingo Villar fue todo un éxito. La organizamos ya no, como club de lectura, sino como Cooltural Plans, una iniciativa para sacar la cultura de su contexto habitual y organizar planes en los que poder divertirnos entre amigos y enriquecernos culturalmente. El sitio elegido fue Dabbawala Underground. Un acierto. 

Si ya comenté que la lectura de la Playa de los Ahogados me sorprendió para bien,  el encuentro con Domingo fue un recordatorio de que también en la literatura uno debe mantener la mirada humilde, pura. En ese sentido Villar me ha dado toda una lección.  

En la breve charla que precedió al debate, sacó a relucir una reflexión del prólogo de la obra de Calvino, El Vizconde demediado  y es que el verdadero contrato que un escritor suscribe con sus lectores no consiste en una mera transacción económica. Es un contrato de tiempo. 

Nuestro invitado me había confesado  tras haber leído mi reseña sobre su libro, que una de las cosas que más le obsesionaban era justamente esa, la posibilidad de que un lector pudiese tener la sensación de haber perdido el tiempo leyéndole. Sin embargo, ninguno de los asistentes a la reunión parecía tener queja alguna sobre los momentos que pasaron zambullidos en el universo de Leo Caldas, más bien parecían ansiosos de poder disfrutar más tiempo con él. 

En cuanto a que su obra se hallase encasillada como novela negra, Domingo cree que eso son etiquetas que ponen los libreros, para mejor organización de sus estanterías; él dice que escribe cantos de amor a una tierra, a sus gentes, a unas costumbres... desde luego la ciudad de Vigo y los gallegos, no pueden tener mejor embajador.

La eterna diatriba sobre si el entretenimiento degrada la calidad literaria dio lugar a un interesante debate. Los escritores deben en ocasiones renunciar a recursos estrictamente literarios para dotar de ritmo o cadencia a sus novelas, para conseguir conquistar la atención de sus lectores.  La idea de que la novela negra es el género épico de nuestro tiempo me resultó muy interesante. 

Como colofón de la charla, Domingo nos leyó algunos de sus cuentos, escritos en gallego y que traducía simultáneamente, reivindicando así su bilingüismo. En ellos ha volcado grandes dosis de ingenio y candorosa emoción. No me extrañaría ver a nuestro invitado en el futuro escribiendo cualquier otro género literario distinto al que nos tiene acostumbrados. 

Nos confirmó que la tercera entrega de las aventuras de Leo Caldas llegará a las librerías antes del verano (posiblemente para la feria del libro). Hasta entonces, los que echen de menos al protagonista de la Playa de los Ahogados pueden hacer la ruta Leo Caldas instaurada por el Ayuntamiento de Vigo  o esperar a verlo encarnado por Carmelo Gomez en los cines. 

¡Gracias Domingo! y esperamos que hasta pronto...



















2 comentarios:

Demián dijo...

Nada satisface más que lograr la conjunción entre lo sentido y lo hecho o por hacer. Es tu caso: cultura y diversión buscas, cultura y diversión refleja tu personalidad. Cultura y diversión materializadas en una sonrisa afectuosa, una mirada curiosa y un ímpetu interior. Enhorabuena, Violeta. Cooultral Plans tiene un gran recorrido por delante.

Pinga dijo...

puntualización: es "El Vizconde demediado" no "de Medidado", como si fuera un lugar o un título... demediado, partido en dos.

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