Hace tiempo que dejé atrás la época de devorar novelas y
caerme dentro de ficciones ajenas. Ahora sólo consiguen atraparme libros que
hablan sobre la realidad, actual o pasada, sobre sitios que existen o
existieron y sobre personas que respiran o lo hicieron.
Tolerar la ficción
ajena sólo es posible cuando el bocado literario es irresistible y consigue
que olvides la pantomima de la trama para disfrutar de la
sublimación literaria. Cuando un texto es realmente sabroso y estimula la
sinapsis. Tolerar la ficción ajena se
hace por encontrar frases para
releer, frases que quieres memorizar, frases que se colarán en tu próxima
conversación aunque hubieras preferido que se te ocurrieran antes de leerlas.
Este umami literario también se encuentra en la no ficción,
y es más sabroso en la lectura cuando las palabras van cosidas a algún tipo de
verdad.
La prosa limpia, precisa y honda es uno de los placeres mas
singularmente humanos. Disfrutar de la literatura, de la mente de otro, está
solo reservado a nuestra especie y nos caracteriza como seres complejos e
inabarcables.
En la poesía es donde mayor consuelo encuentro. Es donde se
evapora todo lo superficial y cada palabra es la única que podía ser. La poesía nos pone sin
atajos en el lugar donde el otro no puede engañarnos. No entendería una ficción poética mas que como oxímoron ,
porque en la poesía es donde mas verdad hay.
…ay
Autora: Carmen Malikian
Autora: Carmen Malikian
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